A tus ojos,
que muestran dos formas contrarias de perfección,
coordinando pueden inmiscuirse en cualquier habitación,
desnudarse a la luna al dulce son de tu voz,
y ser fieles hasta perderse con el primer rayo de sol,
convertirse en brisa, y sólo a veces, cuando es prudente,
pasearse como lo harían tus labios rozando el borde de de una rosa,
saciándola de ti, desde el viento hasta la raíz.
A tus ojos,
como musas del artista que no busca explicación,
debería prohibirseles impregnarse en mi colchón.
old one